Represión. Un integrante de las Fuerzas Armadas Especiales (FAES), en acción en el barrio de Petare (AFP).
Es uno de los barrios más castigados por las FAES, las fuerzas de élite de la policía. Siembran el terror con asesinatos y arrestos para sofocar la disidencia
3 de febrero de 2019
Daniel Vittar
Sobre las colinas del este de Caracas se levanta el barrio de Petares, una antigua población de Sucre a la que se considera la zona con mayor tasa de homicidios. Su gente, históricos chavistas, se convirtieron también en los más rebeldes en esta oleada de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Fue uno de los barrios más castigados por las FAES, las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, un grupo de élite con muy alta preparación militar que estaba destinado a combatir la delincuencia, pero que en los últimos meses se dedicó a sembrar el terror con asesinatos y detenciones, buscando aplacar las manifestaciones populares contra el régimen.
“Antes había bulla, fiesta, rumba. Todo el tiempo. Ahora sólo hay silencio. Hay que llegar temprano a la casa y guardarse hasta el otro día”, cuenta a Clarín Lisbeth, con ojos embotados de afanes y trabajo.
Madre joven de dos hijos chicos, todos los días se levanta a las 6 y baja a Caracas para servir en un restaurante fashion de “enchufados”, los empresarios y funcionarios que representan la nueva oligarquía del poder. “Ellos se metieron en los barrios, rompieron puertas, ventanas, mataron gente”, dice Lisbeth. Su mirada tierna contrasta con el relato de violencia. Cuando habla de “ellos” se refiere a las FAES, hoy el grupo más temido por los venezolanos. El apodo popular los describe con precisión: “Los verdugos de Maduro”.
“El protagonismo que viene tomando la FAES a partir de la merma de la terrible campaña de las Operaciones de Liberación del Pueblo -un despligue policial iniciado en 2015 por Maduro como respuesta al incremento de la delincuencia- ha sido significativo. Toda la racionalidad y la práctica mortífera de estos operativos policiales militarizados las monopolizan ahora la FAES”, explica a Clarín Keymer Ávila, investigador del Instituto de Ciencias Penales de la Universidad Central de Venezuela. Petare es uno de los barrios más castigados.
La mayoría de los operativos de esta fuerza ocurren durante la noche o en la madrugada. “La lógica es la toma militar de los barrios como si se tratase de un territorio enemigo donde la FAES actúa como un ejército de ocupación, y generalmente ‘cazan’ a sus objetivos”, apunta el especialista.
Un informe de la ONG Provea revela que los efectivos de este escuadrón “ fueron responsables del asesinato de al menos 205 venezolanos en 2018”. También fueron los ejecutores de la mayoría de los 39 jóvenes asesinados en las manifestaciones de enero.
Publicado originalmente en: Clarín