9 de junio de 2019
María Eugenia Jirón
A continuación compartimos la entrevista completa con María Eugenia Jirón sobre la Reforma Policial en Venezuela, para el programa «Desde la Metrópoli” del Circuito Éxitos, del 30 de mayo de 2019.
MEJ: Son las 9:28 de la mañana y hoy vamos a tocar el tema de la reforma policial, de los servicios de seguridad ciudadana que están disponibles para todos porque ya en 2006 se instaló la comisión nacional para la reforma policial conocida por sus siglas por la CONAREPOL y era un avance significativo para el manejo de los cuerpos de seguridad en Venezuela. Pues, anteriormente se habían creado las policías municipales y esto exigía que se adecuaran, que se organizaran y se ordenara la administración, los protocolos, los procedimientos, el funcionamiento de cada una de estos cuerpos de seguridad.
Para hablar sobre este tema, y responder a la pregunta que todos nos hacemos: ¿Qué pasó con la reforma policial en Venezuela? Sobretodo en un Estado y en una ciudad como tenemos nosotros aquí en Anzoátegui. Un Estado donde el gobernador es del partido Acción Democrática, la policía estadal y la policía municipal en el caso del Municipio Urbaneja que también está gobernada por sectores democráticos, resulta que están intervenidas y no sabemos entonces a quién acudir y cómo funciona esto. `
Para hablar de este tema tenemos a Keymer Ávila, Investigador del Instituto de Ciencias Penales, Profesor de Criminología en pre y postgrado de la Universidad Central de Venezuela. Quién ha publicado una serie de artículos tratando de responder qué pasó con la reforma policial en Venezuela.
Buenos Días, Profesor Ávila, gracias por atendernos.
KA: Buenos días, María Eugenia, gracias por el espacio.
MEJ: Bueno, cuéntanos. ¿Qué ha pasado con la reforma policial en Venezuela? nosotros tenemos las policías intervenidas y uno la verdad. No sabemos cómo es que funciona el tema de la seguridad porque uno no ve policías. Uno no sabe quién lo cuida…
KA: Así es. Bueno, en esa serie de artículos que hemos publicado intentamos responder esa pregunta, hacemos cuatro entregas breves de un texto más extenso sobre lo que estaba sucediendo con la reforma en América Latina y a mí me tocó desarrollar la parte de Venezuela.
La primera pregunta que es la más básica. Bueno, que ¿Cómo evalúas el proceso de la reforma en el país? Para contestar esta pregunta hay que distinguir claramente la dimensión del “deber ser” de lo que “es”. En el “deber ser” en términos del diagnóstico de la situación, de la elaboración de la política pública en términos de diseño y en la dimensión normativa es una maravilla. Desde el punto de vista del “deber ser” se sabe todo lo que se tiene que hacer.
MEJ: Fue muy alabada en su momento la propuesta.
KA: Sí. Incluso todo el bloque normativo, desde la legislación hasta los manuales de procedimiento, puede ser un producto de referencia a nivel regional. El problema es que nada de eso se aplica. Lo que se aplica justamente es lo que he denominado “la contrarreforma”. Que es llevar a cabo todo lo contrario de lo que se debería hacer. Por eso es que hay que distinguir el “ser” del “deber ser” y no confundir. Por eso no se debe decir que el modelo, el diseño o las normas, están mal cuando éstas nunca se han aplicado.
Cuando tratamos de evaluar cuáles han sido los principales resultados desde el “deber ser” los productos son muy positivos. La Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana es una ley muy buena. Tenemos en segundo lugar, la Ley del Estatuto de la Función Policial. A partir de allí se ha generado todo una arquitectura normativa. Hay aproximadamente unas 34 resoluciones, unos 25 manuales de procedimiento. Todo está muy bien reglamentado. Lo que hay que hacer es que eso se convierta en una realidad. Se han creado espacios institucionales para ello desde el punto de vista formal. Otro resultado que tiene que ver con otra de las preguntas que nos hacías, ¿No se ven policías en la calle? esto es muy paradójico porque cuando evaluamos uno de los resultados es la hipertrofia policial. ¿Qué entendemos por hipertrofia policial? Un crecimiento acelerado, desmedido y no controlado de las instituciones policiales y esto se da en los tres niveles políticos territoriales tanto en los cuerpos nacionales como en los estadales y en los municipales. Cuando comenzó el proceso de reforma en 2006 teníamos una tasa de encuadramiento de 429 policías por cada 100 mil habitantes. Ya esto nos colocaba muy por encima de los estándares internacionales.
MEJ: ¿Cuántos son los requeridos?
KA: El estándar internacional es un número que se saca del promedio de policías que se tiene, por ejemplo, de los llamados países centrales. Este es un número que oscila entre 300 y 400. La media es 350. Ya en el año 2006 estábamos en 429.
MEJ: Muy por encima de la media.
KA: Pero eso fue hace trece años atrás… En 2006 teníamos 114.463 funcionarios policiales. En 2017 el Ministro de Interior y Justicia a mediados de febrero informaba al país que teníamos unos 175 mil funcionarios policiales. Esto es un crecimiento en estos trece años en un 53% y la tasa actual es 557 policías por cada 100 mil habitantes, es decir, que estamos 207 puntos por encima del estándar internacional.
MEJ: Y, ¿Dónde están los policías? Y, ¿Dónde está la seguridad? Porque eso no se ve.
KA: Bueno, en contextos por ejemplo de manifestaciones, en control de la disidencia, operativos… usted los puede ver de una manera saturada.
MEJ: Aja, y ¿Cuáles son las funciones que tiene la policía? que no está cumpliendo. Si bien existen los funcionarios. Nosotros en nuestra cotidianidad no lo vemos en la calle, es más, uno va por la calle y va viendo como hay abusos por parte de la gente. Como se producen la cantidad de robos que hay en unidades de transporte, en las calles que la gente va caminando y los asaltan. Inclusive, resultados trágicos por estas mismas acciones. Y si hay 570 y pico de policías por cada 100 mil habitantes que están muy por encima del promedio de los países desarrollados ¿Por qué nosotros no tenemos la seguridad que deberíamos tener?
KA: Aquí entonces la discusión no es la cantidad de policías sino lo que hace la policía y la calidad de la misma.
MEJ: Entonces, de eso vamos a hablar. Fíjese, Profesor Ávila, yo tengo que hacer una pausa. Vamos a hablar de las funciones que debería cumplir esa policía para entender que es lo que está faltando porque sabemos que el marco normativo existe, es muy bueno, pero no se está cumpliendo.
MEJ: Son las 9:40 minutos de la mañana. Hoy conversamos con Keymer Ávila. Él es abogado, investigador del instituto de Ciencias penales, profesor de Criminología en pre y postrado de la Universidad Central de Venezuela. Estamos hablando sobre un artículo de varias entregas que publicó en Efecto Cocuyo, justamente, a solicitud de la Fundación Friedrich Ebert que se celebra a través de un taller internacional sobre reforma policial. Tengo entendido que usted participó en Ciudad de México.
Y estamos hablando justamente sobre el análisis que hace respecto a lo que fue la reforma policial en Venezuela. La CONAREPOL tan celebrada en su momento y como usted nos dice la reforma, pues, está muy bien hecha. El problema es que no se cumple, pues, a ver ¿Cuáles son las funciones de las policía? Para ir entendiendo el por qué no se está cumpliendo, a pesar de que nosotros estamos por encima del estándar internacional en cuanto a cantidad de funcionarios por cada 100 mil habitantes requeridos, Profesor Ávila.
KA: Nos habíamos quedado en la conversación anterior en que el problema entonces no es la cantidad de policía sino la necesidad de mejores policías.
MEJ: Exacto, hasta una universidad tenernos.
KA: Así es. Este crecimiento abrupto entonces lejos de solucionar las cosas pareciera que hace realidad este dicho de “peor el remedio” porque cuando vemos, por ejemplo, el caso de la Policía Nacional Bolivariana que en apenas en unos 6 años alcanzó la cifra de casi 15 mil funcionarios o cuando vemos que en dos o tres años crece 30 mil funcionarios el pie de fuerza policial. ¿De dónde se saca esa enorme cantidad de policía en tan poco tiempo? Para lograr esas cifras merman los criterios de selección, los criterios de capacitación y luego no se tienen capacidades institucionales para supervisar y controlar esa enorme cantidad de jóvenes armados a la calle.
En cuanto a los fines. La policía en nuestro país tiene dos principales fines. El primero es proteger los derechos humanos y la libertad de los ciudadanos y el segundo es controlar y prevenir la comisión de delitos. Hay muchas funciones pero todas irán en torno a estos fines.
Veamos algunos de los elementos para evaluar sí se está cumpliendo con estas finalidades. En primer lugar, por ejemplo, en la legislación dice que la policía es de carácter civil y predominantemente preventiva, sin embargo, vemos en el devenir de la reforma reiterados operativos de carácter militarizado, como Caracas Segura en el 2008, el DIBISE que era controlado por la Guardia Nacional, Patria Segura, las OLP, actualmente las FAES, que también tienen toda una racionalidad militar, no civil ni de seguridad ciudadana.
MEJ: Y la responsabilidad que tienen en cuanto a la cantidad de violencia y casos de muertes que están en sus manos también.
KA: Sí, las cifras… No solamente los homicidios comunes del país son alarmantes. Tenemos ya varios años en los primeros lugares. La cantidad de muertes en manos de las fuerzas de seguridad que abarcan el porcentaje dentro de los homicidios comunes es cada vez más grande. En 2007 fue de 26%, me explico, en 1 de cada 4 homicidios que ocurren en el país hay intervención de la fuerza pública. Cuando evaluamos las cifras disponibles entre 2010 y 2017 las muertes en mano de las fuerzas de seguridad del estado alcanzan las 18.400 personas. Cuando contrastamos las cifras entre 2010 y 2016 vemos que hay un incremento del 726%. El 60% de estas muertes ocurrieron entre el año 2016 y 2017. Cuando se contrasta con cifras internacionales no vemos cifras parecidas. Entonces, cuando evaluamos en términos eficacia y en términos de eficiencia es evidente que la policía venezolana no está cumpliendo sus funciones. No son eficaces porque no están cumpliendo con su cometido de proteger los derechos ciudadanos, pero tampoco son eficientes por sus altos costos en vidas humanas y por sus resultados socialmente dañinos, que son evidentes.
MEJ: Además, que quedan muchas dudas, muchas lagunas porque entre los enfrentamientos, los ajustes de cuentas que son las razones por las cuales se están justificando la cantidad de muertes que hay en todas está involucrada la fuerza policial. Ahí no hay transparencia en poder identificar que es lo que está sucediendo y, pues, por supuesto el carácter preventivo de las policías no se ve. No se está dando cuenta nadie de eso porque además no se está cumpliendo.
KA: Así es. El papel de los medios de comunicación en este sentido es muy importante para la denuncia y para crear conciencia sobre esta situación, porque en ocasiones la policía termina haciendo una especie de matrimonio con los periodistas de sucesos. Entonces, se los llevan a los operativos, les dan acceso a determinada información y sin querer terminan seduciendo a estos profesionales y se termina convirtiendo en una especie de campaña, una especie de aparato de propaganda de estos cuerpos. Entonces, términos como “abatidos”, “choros” “neutralizados” terminan legitimando este tipo de muertes.
Cuando estudiamos este tipo de fenómenos veremos que los enfrentamientos reales son más excepcionales. La mayoría de estos casos se trata de ejecuciones extrajudiciales. Por ejemplo, los funcionarios que son víctimas de homicidios, más del 70% no se encuentran en funciones y cuando estudiamos realmente los casos en que funcionarios de las fuerzas de seguridad del Estado se enfrentan con grupos delictivos estos apenas oscilan entre el 7 y el 15% de los casos de los funcionarios en los que resultan victimizados. Esto además, cuando se publican las cifras de PROVEA se llega a la conclusión de que aproximadamente el 86% de estos casos se tratan de ejecuciones extrajudiciales.
Entonces, cuando vemos que este tipo de muerte se dispara es un indicador claramente negativo porque el uso de la fuerza letal tendría que ser la última instancia y si existen instituciones que estén cumpliendo debidamente con su rol esta violencia debería ir cada vez mermando, es decir, ser cada vez menor. Si la policía tiene que usar la fuerza letal cada vez más esto quiere decir que hay un grave problema institucional porque no se tiene capacidad de controlar los problemas de violencia delictiva dentro del marco de la legalidad.
MEJ: Adicionalmente, vemos también muchas informaciones que resultan dentro de una situación en donde hay fallecidos por un asalto. Los asaltantes son policías o pertenecen a algún cuerpo de seguridad.
Estamos conversando con el Profesor Keymer Ávila. Iinvestigador del Instituto de Ciencias Penales, profesor de Criminología en pre y postgrado de la Universidad Central de Venezuela. Volvemos a hacer una pausa, Profesor Ávila, para poder concluir en el próximo segmento sobre las conclusiones a las que usted llego con este estudio. Esta investigación que hizo y que está publicada en Efecto Cocuyo que ustedes la pueden revisar si tienen acceso a la página. ¿Qué paso con la reforma policial en Venezuela? Por el Profeso Keymer Ávila en su segmento de opinión para que puedan conocer a mas profundidad de este trabajo que él realizó.
MEJ: 9:53 minutos de la mañana. Nosotros ya vamos a concluir en este segmento. El ultimo segmento que tenemos con el Investigador Keymer Ávila. Profesor de Criminología en pre y postrado de la Universidad Central de Venezuela.
Hoy hablando de la publicación que él hace por entrega en Efecto Cocuyo. Preguntándose ¿Qué pasó con la reforma policial en Venezuela? Nosotros ya a manera de ir cerrando… Bueno, usted nos contaba sobre las dificultades que hay por la no aplicación de lo que la ley y la nueva reforma establecía que era bastante robusta para poder tener un modelo policial que esperamos los venezolanos. Ahora yo le comento que nosotros tenemos no solamente esas situaciones que no salen en los medios de comunicación en lo que usted nos refiere a la participación de la policía en diferentes casos de violencia.
En el caso nuestro en el Estado Anzoátegui la gobernación tiene la policía del Estado intervenida. La gobernación ha solicitado que cese la intervención y en el Municipio Urbaneja también la policía municipal está intervenida. ¿Qué sucede con estos casos? ¿De qué manera podemos nosotros recuperar la confianza? ¿Los ciudadanos podemos recuperar la confianza en nuestro sistema policial, Profesor Ávila?
KA: Una de las propuestas del proceso de reforma fue la necesidad de tener estándares nacionales y homogeneizar a todos los cuerpos de seguridad en términos de armamento, dotación, uniforme, protocolos mínimos de actuación y es en ese marco es que se entiende que tiene que haber un órgano rector, que en nuestro caso sería el Ministerio de Interior, pero esto no supone una relación jerárquica. Esta rectoría tiene que ver con el cumplimiento de estándares. Esto se ha manipulado y malinterpretado y se está usando de manera abusiva por parte del gobierno central. No están respetando ni la autonomía ni la dirección que tienen que tener tanto Alcalde como Gobernador y esto es claramente una distorsión del diseño que se había hecho para el modelo policial. Se está abusando y malinterpretando la labor de rectoría que debe tener el Ministerio de Interior porque en el modelo policial se reconoce tanto a las policías municipales como las policías estadales. Tiene que haber un proceso, además, transparente que no puede ir en contra de la dirección que tienen tanto Alcalde como los Gobernadores de sus policías.
Bueno, tantas cosas que quedan por hacer. En primer lugar, es fundamental tratar de generar consensos, confianza, en todos los actores que tienen que ver con el sistema policial. Por supuesto, que en este contexto actual que tenemos en este país de alta polarización, de desconfianza institucional porque además no tenemos actores institucionales, todos están es en campaña. Aquí realmente el debate es para conservar y para arrebatar el poder pero nadie gerencia realmente las instituciones del Estado. Porque una cosa es luchar por el poder, ejercer el poder y otra cosa es administrar una institución y lamentablemente lo que estamos viendo es una gran precariedad institucional. Después, obviamente se van a aprovechar los actores armados tanto los uniformados como los no uniformados, tanto los que se escudan diciendo que actúan en nombre de la ley como los que la violentan de manera flagrante.
MEJ: El ciudadano está desprotegido.
KA: Claro. La gran víctima de todo esto somos todos los ciudadanos. En segundo lugar, hay una falta de continuidad de las políticas, de una visión institucional del Estado. Cuando vemos los últimos 50 y tantos años que tenemos de supuesta democracia estos funcionarios no duran más de un año y medio en promedio en el cargo y aún cuando pertenecen a la misma fuerza política, al mismo partido político, no hay continuidad entre ellos. La historia comienza cuando ellos llegan al ministerio. Incluso comienzan a hacer persecuciones de los equipos anteriores, aun perteneciendo a la misma fuerza política. En tercer lugar, tenemos una hegemonía de las políticas duras de seguridad creyendo que mayor represión es mayor seguridad y es todo lo contrario porque mayor represión es otorgarles a las fuerzas de seguridad del Estado un cheque en blanco y estos terminan haciendo su voluntad, sin ningún tipo de rendición de cuentas y esto, paradójicamente, termina incrementando la violencia social y la violencia delictiva, especialmente la violencia que ellos mismos ejercen. Hay también una lógica militarista. El militarismo no solamente se debe entender como la dirección o la participación de militares en labores de seguridad ciudadana sino su racionalidad, su práctica, su cultura, no es necesario que solo tenga que ver con el ejercicio de los militares sino con toda la lógica militar y bélica que termina impregnando la política de seguridad del Estado.
MEJ: Y el lenguaje bélico que también se utiliza permanentemente en todos los discursos y en todas las participaciones del gobierno. Profesor Ávila, de verdad que fue un placer conversar con usted. Yo espero que usted tenga una respuesta positiva muy pronto respecto a la reforma de la policía. El proceso de reforma que sí pueda alcanzar los objetivos que están plasmados, por lo menos, en el papel.
KA: Así es. Tenemos que defender ese diseño. Tenemos que tratar que se convierta en una realidad.
MEJ: Bueno, muchísimas gracias por atendernos.
KA: A ti, María Eugenia, gracias por el espacio.
* Transcripción de Endrina Yépez
Publicado originalmente en: Punto de Corte