8 de enero de 2017
Vanessa Moreno Losada
Fue enviado como respuesta a denuncias del pueblo azotado por el hampa, pero en menos de dos meses quedó señalado como el culpable de la desaparición de 21 venezolanos en el estado Miranda. El Batallón Caribe Coronel José Camacaro Rojas del Ejército es especialista en cazar, en perseguir guerrilleros en zonas rurales. A sus funcionarios se les prepara para la guerra, no para detener a ciudadanos y someterlos al debido proceso.
Así lo aseguraron la especialista en materia militar, Rocío San Miguel, y el general retirado Antonio Rivero, así como otros exintegrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en entrevistas exclusivas a Efecto Cocuyo.
No hubo anuncio oficial, ni acto televisado, ni siquiera una visita del Ministro de Interior y Justicia a la sede que le ofrecieron al Batallón Caribe, destacado en Cumaná, estado Sucre pero que forma parte de la 32 Brigada Caribe, cuya sede principal es el Fuerte Paramaconi en Maturín, estado Monagas . El contingente de funcionarios del Ejército llegó a Barlovento, específicamente al municipio Acevedo, a principios de octubre y transformaron una casa familiar en su cuartel particular.
Lo que sí hubo fueron declaraciones inmediatas del Ministerio de Interior y Justicia – ente que vigila por la seguridad ciudadana- y el Ministerio de la Defensa -institución encargada del resguardo de la soberanía-, luego de que el 25 de noviembre se encontraran los primeros cuerpos de las 21 personas desaparecidas de esa localidad del estado Miranda.
Tanto el ministro Néstor Reverol (Interior y Justicia) como Vladimir Padrino López, encargado de la cartera de Defensa, lamentaron los hechos, los repudiaron y dijeron estar seguros de que se trataba de algo aislado que no representaba a la Fanb.
Por el caso están detenidos 18 militares de este componente: teniente Ender Flores Fajardo, el primer teniente Yorgenis Monsalve Rubio, el sargento mayor de tercera Miguel Francisco Rodríguez Rodríguez; sargento segundo Jonael Gil Bello, cabo primero Jeferson Florián Pérez; los sargentos primero Álvaro Torres Tonito y Rafael Achique Medina; el teniente coronel José Rojas Córdova, el sargento mayor de tercera Miguel Francisco Rodríguez Rodríguez; los sargentos primero Orlando Maceli, Rafael Ruíz Acevedo, Luis Figuera Salazar, Francisco Rivas Salazar y Romy Antón Antón; los cabos segundo Arquímedes José Agüey y Luis Machado Márquez; y el cabo primero Fabián Rangel Rangel.
“El Batallón Caribe es un batallón de Cazadores (ahora Caribe) con sede en Cumaná que fue trasladado temporalmente al fuerte Chaguaramal en Barlovento -ubicado a la altura de El Guapo- para participar en la OLP. Fueron las unidades de Cazadores, como originalmente se llamaban, las que derrotaron a la guerrilla comunista en los 60”, explicó la directora de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel.
Por su parte el general de la Fanb, Antonio Rivero, agregó que este batallón recibe un adiestramiento para combatir la guerra irregular, sobretodo en operaciones de frontera contra la guerrilla colombiana que incursiona en el país.
Desde 2014, la tesis del Gobierno para el incremento de la violencia en Venezuela es el paramilitarismo. Para el traslado del Batallón Caribe a Barlovento privó también este argumento, según Néstor Reverol.
“La seguridad de la Nación es distinta de la seguridad de los ciudadanos. Los militares defienden la soberanía, la integridad del territorio de ataques externos. Se entiende con una lógica bélica. Mientras que la seguridad ciudadana se trata de garantizar derechos fundamentales y civeles a las personas”, expuso Keymer Ávila, criminólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El especialista marcó aún más la diferencia entre ambos conceptos cuando explicó que en la seguridad nacional se trabaja con el concepto de “enemigos”, puntualizando que en este ámbito todo el que incurra en una agresión contra la Nación es considerado un enemigo del Estado por lo tanto debe eliminarse. “La lógica de la guerra es una lógica de excepción”, precisó.
Agregó que en la lógica civil no existen los enemigos, existen conflictos entre ciudadanos y que la máxima escalada del conflicto se convierte en delito y debe ser procesado según una legislación.
“¿Qué pasa cuando esto comienza a confundirse? Es una visión totalitaria porque confundes seres humanos con la nación. El peligro es que los ciudadanos se convierten en enemigos y eso es una categoría bélica y no jurídica”, manifestó Ávila.
Lo que ocurrió con el Batallón Caribe
“Desalojaron la casa y desde lo que ocurrió con los muchachos yo no he visto más alcabalas de militares por ahí”, dijo uno de los padres de los jóvenes que todavía continúan desaparecidos después de la intervención del Ejército en Caucagua.
Según testimonios de los habitantes de El Café y Capaya, zonas en las que estuvo el despliegue militar, los funcionarios se retiraron del sector y la casa ahora se encuentra vacía. Ésta pertenecía a una familia que se la vendió a la alcaldía de Acevedo y posteriormente fue utilizada como cuartel.
De forma extraoficial se conoció que el general de división Pedro Luis Álvarez Bellorín, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) Miranda desde mayo de 2016, habría sido destituido ne una reunión del Centro Estratégico Operacional de la Fanb (Ceofanb) a principios de diciembre de ese mismo año.
A este militar se le atribuye la responsabilidad de los hechos ocurridos en Barlovento por ser de quien dependían los funcionarios implicados directamente en la masacre de 13 personas.
El puesto de Álvarez Bellorín en este momento lo ocuparía el general de división Irwin Ascanio Escalona, que salió de la Organización Nacional Antidrogas.
¿A quién buscaban?
Tal como lo indicó el ministro Reverol cuando dio a conocer la noticia de la masacre, en el municipio Acevedo operaban delincuentes que se dedicaban al robo, homicidio, extorsión y secuestro.
De hecho, entre 2016 y 2015 en Barlovento fueron asesinados 15 integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y tres de ellos en el municipio Acevedo, según la data recogida por Fundepro.
En este territorio operaba la banda de Coyomo, dirigida por Francisco Javier Jaen, de 30 años de edad, conocido también como “El Macho”. Esta es la información que manejan las policías municipales y la del estado Miranda.
Otros miembros del grupo delictivo serían Domingo Antonio Carrillo García, Pablo Jaen (hermano del líder), Luis Daniel Cuello, Edwar Silva Rengifo, Abrahan La Rosa, entre otros.
Ellos serían los que estaban dedicados al robo de vehículos y viviendas, al cobro de extorsión a comerciantes y cometían homicidios. De este último delito se le conocen al menos 10 casos de asesinatos en los que se ha visto involucrada la banda.
La policía tenía ubicada como zona de acción la parte montañosa de El Cambural, la cueva Alfredo Yhan, las quebradas de Birongo (municipio Brión) y parte de Tacarigua.
“Desde que llegó la OLP a esos muchachos no se les vio más. El 25 como que mataron a uno”, dijo a Eecto Cocuyo otro habitante de Capaya.
Publicado originalmente en: Efecto Cocuyo