El plan de desarme voluntario comenzó hace tres semanas (Créditos: Cortesía)
Brasil y Australia bajaron asesinatos al recoger un bojote de armas.
11 de octubre de 2014
Eligio Rojas
Eligio Rojas | ÚN.- El hecho de que 80% de los homicidios que se registran en el país son cometidos con armas de fuego, es una razón de peso que justifica el plan nacional de desarme voluntario, en opinión de Keymer Ávila, Criminólogo e investigador del Instituto de Ciencias Penales de la UCV que hace tres días cumplió 67 años de fundado. “Visto así, una política de desarme tiene una importancia vital para reducir los homicidios; pero ojo eso es una arista dentro de la política de control de armas y municiones”, declaró Ávila a Últimas Noticias.
Para Ávila es clave aclarar que el desarme voluntario no significa que las policías se van a cruzar de brazos y dejarán de incautar armas ilegales. “Son dos acciones que van paralelas”, acotó.
Lo segundo es que toda política de control de armas y municiones debe comenzar por un control estricto de la institución militar y la policial, resaltó el profesor ucevista. “Eso implica decidir qué armas se le asignan, qué tipo de munición; debe haber una justificación del uso de las mismas, para garantizar nuestro derecho a la vida e integridad personal”, explicó Ávila.
La campaña. Ávila concibe el plan desarme voluntario, iniciado hace tres semanas, como una oportunidad para lanzar una campaña basada en argumentos serios respecto a los beneficios que ellos traerá a la sociedad. “La campaña de desarme tiene que estar basada en información, datos, argumentos, no puede ser una campaña farandulera, boba”, señaló.
De los datos que Ávila pone en la mesa para armar esa campaña en favor del desarme, esta la experiencia de Brasil. “Allí el desarme duró tres años, se lograron recaudar unas 500 mil armas. Cuál es el éxito: se redujeron los homicidios en un 11%; 5 mil vidas que se salvaron”, describió.
El investigador también trae la experiencia de Australia, país donde se recogieron 700 mil armas en 1996 y prohibieron el porte. “Resultado?, redujeron la tasa de homicidios en 43%. He allí el éxito”, concluyó el docente de la UCV.
Los cuatro mitos
El criminólogo Keymer Ávila indicó que existen cuatro falsas creencias sobre el uso de las armas.
“El arma sirve para defenderme. Falso. El arma es muy eficaz para el ataque, pero muy débil para la defensa”, desglosó Ávila quien agregó que bajo esa falsa creencia a esa persona le terminan robando el arma y ésta va a parar a manos de la delincuencia.
“Segundo mito: hay que desarmar es a los malandros; la gente decente sí puede andar armada. Falso. Hay que desarmar a todo el mundo”.
“Tercer mito: la solución es que todos andemos armados. Falso. Si todos andamos armados, tipo lejano oeste, dónde queda el Estado. El Estado debe tener el monopolio de las armas porque su finalidad principal es protegernos. Nosotros no tenemos que tener autodefensas”.
“Cuarto mito: los únicos que cometen asesinatos con armas de fuego son los malandros. En Brasil la mayoría de los homicidios son por conflictos interpesonales. Cuando contrastaron esos casos con los homicidios del hampa, éstos eran mucho menores”, concluyó.
Publicado originalmente en: Últimas Noticias